La «McDonalización» del oído

Seamos sinceros: llevas tiempo sospechando que el Top 50 nos toma por tontos. Que esa canción que se ha hecho viral en TikTok dura dos minutos y repite la misma frase 40 veces no es casualidad, es síntoma de una patología cultural. Y no, no es que te estés haciendo persona vieja y gruñona; es que la industria ha decidido bajar el listón hasta el subsuelo.

Un estudio demoledor publicado esta semana en Scientific Reports (del grupo Nature) acaba de poner los números sobre la mesa y el resultado es vergonzoso: la música mainstream ha sufrido una lobotomía léxica en los últimos 50 años. Las letras son más pobres, más repetitivas y, curiosamente, mucho más enfadadas.

¿Por qué se considera «mala»? Técnicamente, la producción (especialmente en la versión original antes de que la pulieran un poco) dejaba mucho que desear. La dicción de FloyyMenor es casi ininteligible en gran parte del tema, el uso del autotune es excesivo y a veces desafinado, y la mezcla de sonido suena «sucia». Muchos la criticaron diciendo que parecía una demo grabada con un micrófono barato, pero esa «suciedad» fue precisamente lo que le dio su ¿encanto? viral.

El Dato: 50 años perdiendo vocabulario

Investigadores de la Universidad de Viena no se han andado con chiquitas. Han pasado por el escáner 20.186 canciones del Billboard Hot 100 (1973-2023). La conclusión es un bofetón de realidad:

Mientras que en los 70 la música popular intentaba contar historias o crear metáforas, los éxitos actuales (salvo honrosas excepciones que podríamos comentar) han renunciado a la complejidad. El estudio confirma un descenso drástico en la riqueza del vocabulario. Ya no se busca la poesía, se busca el eslogan.

La realidad incómoda: La industria ya no fabrica canciones para ser escuchadas, sino tracks diseñados para captar tu atención en los primeros 3 segundos antes de que hagas scroll. Y para eso, la complejidad estorba.

¿Por qué se considera «mala»? Musicalmente es muy básica; una base de reguetón minimalista (casi de juguete) y una letra explícita y vulgar que carece de cualquier metáfora o sutileza. El «flow» de Dani Flow a menudo es criticado por ser monótono y desganado, como si estuviera leyendo la lista de la compra, lo que para los puristas del género es un insulto, pero para la Gen Z es comedia pura.

Ira, narcisismo y ansiedad: El cóctel de 2025

Lo más inquietante del informe no es solo que las letras sean más simples (al fin y al cabo, el punk también lo era y era genial), sino el cambio en el tono emocional. El uso de palabras vinculadas a la ira, el estrés y la negatividad ha crecido un 81%.

Hemos pasado de la melancolía trabajada o la euforia disco a una especie de pataleta constante. Las canciones actuales funcionan como ansiolíticos rápidos o validación de traumas. El estudio sugiere que la música se ha convertido en un espejo de nuestra propia neurosis colectiva: vivimos estresados, consumimos basura rápida y exigimos música que no nos haga pensar, solo que nos dé la razón en nuestro enfado.

¿Por qué se considera «mala»? Su marca personal es no ir a ritmo. Rapea desacompasada (off-beat), con una voz infantil y letras que parecen escritas en una nota del móvil en 5 minutos («Soy la más mala de España…»). Para los amantes del rap técnico es una tortura auditiva, pero ella ha convertido esa «torpeza» en un estilo propio que genera millones de reproducciones. Es el ejemplo perfecto de «famosa por ser meme».

Comparativa Musical: Antes vs. Ahora

Para entender la magnitud del declive, mira esta tabla. No es nostalgia, son datos puros sobre la estructura lírica:

¿Por qué aceptamos esto?

El estudio, liderado por Markus Foramitti, apunta a que las crisis sociales (recesiones, pandemias) interrumpen cualquier intento de complejidad. Cuando el mundo se va al garete, la gente quiere mensajes fáciles.

Pero hay una lectura más cínica que el estudio insinúa y nosotros subrayamos: la simplicidad es rentable. Una canción con cuatro frases repetidas es más fácil de producir, más fácil de memorizar y, sobre todo, más fácil de olvidar para dar paso a la siguiente novedad la semana que viene.

La música comercial ha dejado de ser arte para convertirse en «contenido». Y el contenido, para funcionar en el algoritmo, tiene que ser digerible para una audiencia con la capacidad de atención de un pez dorado.

La Prueba del Algodón: Ejemplos que duelen

Para los escépticos, pongamos las letras frente a frente. No es opinión, es contar palabras y analizar mensajes.

CASO 1: El Despecho Directo vs. El Despecho Poético

AHORA: Shakira & Bizarrap – «Music Sessions #53» (2023)

• El Hit: La canción latina más rápida en alcanzar 100 millones de reproducciones en YouTube. Un fenómeno cultural.
• La Letra: «Tiene nombre de persona buena / Clara-mente no es como suena / […] Yo valgo por dos de 22 / Cambiaste un Ferrari por un Twingo».
• El Análisis: Es un ataque frontal y sin metáforas. Se usan nombres propios, marcas comerciales y comparaciones literales. No hay lugar para la imaginación; el mensaje es «tú eres malo, yo soy mejor». Satisface la necesidad de venganza inmediata y viralidad, como un tuit incendiario.

ANTES: Joaquín Sabina – «19 Días y 500 Noches» (1999)

• El Hit: El himno definitivo de las rupturas en el pop-rock español.
• La Letra: «De pronto me vi, como un perro de nadie / ladrando a las puertas del cielo. / Me dejó un neceser con agravios, / la miel en los labios y escarcha en el pelo».
• El Análisis: Habla exactamente de lo mismo (una ruptura dolorosa y el rencor), pero usa imágenes literarias complejas («ladrando a las puertas del cielo», «escarcha en el pelo»). Cuenta una historia con introducción, nudo y desenlace, usando el humor negro y la autocrítica en lugar del ataque directo.

CASO 2: La Euforia Industrial vs. El Drama Orquestal

AHORA: Farruko – «Pepas» (2021)

• El Hit: Número 1 global. Sonó en todas las discotecas, chiringuitos y bodas durante dos años.
• La Letra: El núcleo de la canción es repetir «Pepas y agua pa’ la seca / to’ el mundo en pastilla’ en la discoteca» unas pocas veces y dejar que un drop instrumental de trompetas sintetizadas ocupe el espacio principal.
• El Análisis: Es el triunfo de la textura sobre el texto. La gente espera el momento instrumental para saltar. Funciona por saturación de bajos y repetición hipnótica (el «efecto trance»). La voz es solo un instrumento más para marcar el ritmo, no para contar una historia.

ANTES: Camilo Sesto – «Vivir así es morir de amor» (1978)

• El Hit: Un himno disco «Made in Spain» que, casi 50 años después, sigue provocando el mismo delirio colectivo en las pistas de baile.
• La Letra: «Melancolía, ven a mí / que lágrima que vierto, lágrima que es para ti… ¡Y ya no puedo más!»
• El Análisis: Misma misión (hacer bailar), ejecución opuesta. Camilo no necesita un drop electrónico; el «subidón» es vocal y melódico. Construye el clímax con una orquesta sinfónica completa, sintetizadores analógicos y una interpretación vocal desgarradora. Es euforia bailable, pero llena de matices, armonías complejas y drama lírico.

CASO 3: La Ira Infantil vs. La Crónica Social

AHORA: GAYLE – «abcdefu» (2021)

• El Hit: Un éxito mundial nacido en TikTok, nominado al Grammy a Canción del Año.
• La Letra: «A-B-C-D-E, F-U / And your mom and your sister and your job / And your broke-ass car and that shit you call art».
• El Análisis: Ira pura, sin filtro, dirigida al ex. El estribillo es literalmente el abecedario usado para insultar. Vocabulario de patio de colegio, satisfacción inmediata. Cero metáfora.

ANTES: Grandmaster Flash – «The Message» (1982)

• El Hit: Uno de los pilares del Hip Hop.
• La Letra: «Broken glass everywhere / People pissing on the stairs, you know they just don’t care / I can’t take the smell, can’t take the noise».
• El Análisis: Retrata la ansiedad y el estrés (igual que ahora), pero a través de una narrativa cinematográfica. Describe el entorno, la sociología del barrio y la desesperación sin necesidad de insultar a nadie en concreto, sino criticando al sistema.

CASO 4: La Lobotomía Repetitiva vs. La Riqueza Lírica

AHORA: Travis Scott – «FE!N» (2023)

• El Hit: Uno de los temas más virales y reproducidos del año en plataformas.
• La Letra: La palabra «Fein» (jerga para adicto/ansioso) se repite más de 150 veces en la canción. El estribillo es solo esa palabra en bucle.
• El Análisis: El estudio de Nature avisa de esto: la repetición como herramienta hipnótica. No hay mensaje, solo una textura sonora diseñada para provocar un trance de adrenalina barata.

ANTES: Queen – «Bohemian Rhapsody» (1975)

• El Hit: Número 1 global que rompió la radiofórmula.
• La Letra: «Is this the real life? Is this just fantasy? / Caught in a landslide, no escape from reality».
• El Análisis: En 6 minutos, la canción no tiene estribillo. Pasa de la balada a la ópera y al hard rock. Usa palabras como «Scaramouche», «Fandango», «Bismillah» o «Beelzebub». Hoy día, un ejecutivo discográfico diría que la letra es «demasiado difícil para TikTok» y la cortaría a los 30 segundos.

¿Eres oyente o consumidor?

Este estudio de Nature es la confirmación científica de que la cultura pop se está estrechando. Sí, sigue habiendo música increíble ahí fuera (el underground y la escena independiente están más vivos que nunca), pero lo que nos venden en el escaparate principal es cada vez más tóxico y elemental.

La pregunta no es por qué los artistas hacen esto (lo hacen porque vende), la pregunta es por qué lo compramos sin rechistar.

El Debate

¿Estás de acuerdo con que la música actual nos trata como si no tuviéramos cerebro, o crees que la simplicidad es una evolución necesaria? Mójate en los comentarios. Queremos leer argumentos, no insultos.

Fuente y Datos:

Foramitti, M., Nater, U.M., Lamm, C. et al. Societal crises disrupt long-term increases in stress, negativity, and simplicity in US Billboard song lyrics from 1973 to 2023. Sci Rep 15, 41733 (2025). [Leer estudio completo en Nature]